
Son apenas seis cuadras, entre Alameda y el Parque Almagro, las que configuran el Paseo Bulnes, pero en ellas el ajetreo diario de los alrededores -sólo hay que cruzar la principal avenida de Santiago para estar en el Palacio de La Moneda- parece desaparecer o, al menos, alivianarse.
Así lo demuestra un capitalino mientras saborea su humeante expresso en el Star Click Café, donde el lema es: “Your best encounter place!”.
“Este es como un pequeño oasis”, dice Roberto, aspirando sin compasión su cigarrillo. Ahí se siente “como en casa”, asegura mientras se acomoda en un mullido sofá y abre su computador portátil. Roberto es abogado y esta es su “oficina”.
El Star Click es el negocio familiar de Ana María (53) y Luis (50), el matrimonio que en enero de 2010 abrió este lugar como una extensión de su empresa de insumos informáticos. “Queríamos atender mejor a nuestros clientes, necesitábamos un espacio para cerrar negocios acompañados de un buen café. Y justo al lado se arrendaba este local”, cuenta Ana María.
Les fue tan bien, que no sólo se están ampliando para poder recibir a un total de 100 personas, además, este jueves inaugurarán un segundo local, en Monjitas con José Miguel de la Barra.
La clave de su negocio -que apunta al estrato ABC1, dice la dueña del Star Click- es su oferta de comida gourmet, en un sector más conocido por sus shoperías. “La gente que trabaja en las oficinas gubernamentales, como el INE, la Conaf o el SAG, estaban esperando esta renovación. Pasaban y nos preguntaban cuándo abriríamos, querían algo mejor, pero a precio módico. Hoy no tenemos competencia en el barrio”, señala Ana María.
Pero la hay. Un estudio de la consultora AGS Visión Inmobiliaria explica que en la renovación del Barrio Cívico no sólo se ha producido un importante crecimiento inmobiliario en las calles aledañas al eje Bulnes, sino también en los servicios relacionados con las oficinas públicas y áreas de esparcimiento. Según la consultora, en la Municipalidad de Santiago las patentes de cafetería y restaurantes se han duplicado desde el año 2009.
Lo confirman restaurantes como La fuente oficial, en el número 72 del Paseo Bulnes. Funciona desde diciembre de 2010 y uno de los cuatro socios que la dirigen, Gonzalo (30), dice que sólo han sabido de cifras azules. “Hace 10 años este sector tenía fama de peligroso. Hoy es un bulevar que ya quisieran ciudades como Buenos Aires. Ojalá que se convierta en una especie de barrio Lastarria y los locales puedan abrir de noche”, comenta.
Dieciséis mesas de su local se extienden hasta la calle, lo que, asegura, tiene un costo al mes de $ 20 mil el m2. Eso y el arriendo del local de dos pisos con una inmejorable vista a La Moneda, por $ 1.500.000 mensuales, son algunas de las cifras que debe enfrentar su negocio. “Pero vale la pena. Incluso oficiales del Ejército nos visitan. Saben que tenemos desayunos con café italiano a las 7.30 de la mañana, un menú a la hora de almuerzo por $ 4.000 y todo tipo de tragos. Me encantaría llegar a ser como el Liguria”, agrega Gonzalo.
Renovación urbana
¿De dónde proviene esta renovación, en un sector que en los 80 estaba prácticamente abandonado? Esteban González, director de Estudios de AGS, revela que hoy existe un total de 10 proyectos inmobiliarios en desarrollo a pasos del Paseo Bulnes, en calles como Nataniel y Lord Cochrane.
Son 200 departamentos, unos 8.000 nuevos habitantes en la zona. Esta densificación, que comenzó en los años 90 con el subsidio de renovación urbana, atrajo a familias de Maipú o La Florida, sin hijos, que querían evitar extensos viajes a sus trabajos.
“Sumado a los futuros cambios que contempla el Proyecto de Renovación del Centro Cívico, el barrio se transforma de una rígida zona de servicios a una potencial área de desarrollo cultural y turístico”, explica Esteban González.
Ese espíritu también representa la actitud de Aaron. Desde 2009 administra los locales Feliziana y Pistacho. “Llegamos con la idea de levantar identidad de barrio y nuestra oferta satisface a los nuevos vecinos: pizza a la piedra, ensaladas de medio kilo, helados artesanales y café italiano. Les ofrecemos una prolongación de sus livings”, remata.